Publicado el jueves, 5 de julio de 2007

Justicia Divina

Un juez de Alicante apeló a Dios y a la Familia (creo que está justificada la mayúscula) para anular una orden de alejamiento de una madre respecto a su hija. Según el auto "A pesar de las órdenes de alejamiento no se puede privar a los hijos de su madre ni a la madre de sus hijos. De que se tengan los unos a los otros, lo único que siempre nos queda es la familia".

El magistrado, Alfonso Rossi de Barbazzale, no tuvo escrúpulos en anteponer sus valores personales al bienestar de una niña de diez años. En principio, la juez que había llevado el caso había condenado a la mujer a 6 meses de cárcel y a no poder acercarse a su hija en diez años. Posteriormente, amplió dicha orden de alejamiento de forma indefinida. El juez Rossi fue nombrado sustituto de la juez titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número Uno de Alicante y fue en esa sustitución cuando emitió el auto citado anteriormente.

El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana ha decidido investigar a este juez, argumentando básicamente que los magistrados deben aplicar el Derecho y abstraerse de sus pensamientos. Es un buen varapalo a esa falta justicia que prima valores (sean los que sean, aunque parecen primar los llamados "valores tradicionales") sobre la aplicación de la ley.

Me parece totalmente increíble que este tipo de actitudes se permitan y toleren en la judicatura. En cualquier caso, pero muy especialmente en asuntos delicados como son el maltrato.

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