Publicado el viernes, 22 de junio de 2007

El nuevo mundo empresarial


El mundo de la empresa es fantástico. Hace unos años, el modelo español de empresario era el típico explotador que no se fiaba de los trabajadores (¿sus! trabajadores?) porque, ya se sabe, todo el mundo intenta trabajar lo menos posible y engañar al patrón, que bien que le da su sueldo cada mes. En resumen, el trabajador robaba al empresario. Buena prueba de esto la da la cantidad de trabajadores enriquecidos y empresarios que tuvieron buena fe, convertidos hoy día en mendigos... Me temo que el Instituto Nacional de Estadística, tan amigo de generalizaciones y datos absurdos, no realizó nunca un estudio sobre este particular, así que de momento nos conformaremos con la percepción intuitiva que tengamos cada uno de nosotros al respecto.

Todo cambia con el tiempo. Esta imagen de empresario está totalmente fuera de lugar(?) en un país moderno y "de su tiempo" como es España. Hoy el empresario es el amigo de los trabajadores, se preocupa por su bienestar y su familia, y si no lo hace él directamente lo hace el jefe de sección, departamento o de área, si es que el jefe de todo esto queda demasiado lejos. La empresa contribuye a crear riqueza para el conjunto del estado, respetando el medio ambiente por supuesto, porque estamos todos comprometidos con la sostenibilidad del sistema que rige el total del planeta, de modo que nuestro actual e idealestado de bienestar se pueda trasladar a las próximas generaciones.

Es importante crear un buen clima laboral, de modo que un trabajador se sienta más que en el trabajo, como en casa, y a ser posible incluso mejor. Si en vez de querer ir a casa quiere quedarse en el trabajo para ayudar a sacar ese informe que el bueno de su jefe le ha dicho este mediodía que necesitaba ayer por la mañana, es porque a él también le están presionando, y quién va a tener los pocos escrúpulos de dejar en la estacada a ese jefe-compañero que la semana pasada, al acabar el trabajo estaba contando chistes en el bar y dándote en el codo cuando veía pasar a esa chica tan suculenta. Más que una obligación es un favor que se le hace a un colega.

Si eso son cadenas... ¡Que vivan las cadenas!

Etiquetas:

1 Comments:

Blogger Aida dijo...

Bueno, hemos pasado del Estado paternalista al empresario padre y amigo. Claro que fomentamos la natalidad: fíjate, ¡si ponemos guarderías en los centros de trabajo para que podáis tener hijos y no por ello solicitar reducción de jornada!
Todas esas medidas, supuestamente "sociales", en realidad lo que consiguen es que vayamos "silbando al trabajar", más contentos que contentos hacia la esclavitud efectiva que es el trabajo. Así, ellos pueden seguir embolsándose los beneficios que nuestro, repito, NUESTRO trabajo les proporciona y nosotros, pobres corderitos, podemos seguir estándoles agradecidos porque son empresarios "humanos". La empresa ¿humana?
¡¡No me hagan reír!!

23 de junio de 2007, 12:08  

Publicar un comentario

<< Home