Publicado el sábado, 9 de junio de 2007

Aznar y la guerra civil

Ni siquiera la absurda rectificación publicada hoy puede compensar las declaraciones pronunciadas (iba a decir vomitadas) en Calatayud por Aznar, ex-presidente del gobierno y ¿ex?-presidente del PP. Se ponga como se ponga, decir lo peor de nuestra historia hace 70 años y es el esquema político que se quiere repetir ahora, aunque no haya dicho textualmente que Zapatero quiere ir a la guerra civil, es como decir que no se ha dicho huevo cuando se ha dicho eso que ponen las gallinas y que sirve para hacer tortillas.

No entiendo, sigo sin entender, vamos, que intentar recuperar la memoria histórica (mal, tarde y poco) sea alentar el espíritu guerracivilista y, sin embargo, llamar a la rebelión cívica, como hizo Rajoy hace unos meses, sea poco menos que "salvaguardar España de los rojos malos malísimos que quieren que ETA vuelva a las instituciones y De Juana se pasee por la calle y los gays se casen y...y...y...".

Yo soy de las personas que piensan que olvidar el pasado es condenarse a repetirlo. Además, me pregunto, ¿a qué tanto respeto por las malditas estatuas de Franco, por el Valle de los Caídos (tumba de presos políticos, sometidos a trabajos forzados, más que del Generalísimo), por la "memoria positiva" del franquismo (que si boom económico, que si hizo de España el país moderno que es, que si libertad no había, pero seguridad a tope...)? ¿Por qué tengo que respetar al Rey y olvidar que es el heredero de Franco, así con todas las letras? ¿Acaso, si no lo hago, estoy alentando yo ese espíritu que fomenta la guerra civil?

Seamos serios y punto: ellos tuvieron 40 años para defender, para imponer y para publicitar su memoria. Ahora, simple y llanamente, nos toca a nosotros. Sin venganzas, claro, pero con justicia. Ya está bien de leyes a medias tintas, con la estupidez ésa de "los juicios quizá no valieron, pero es que fíjate tú si los revisamos, con la de tiempo que ha pasado". No es lo mismo, nunca va a ser lo mismo, defender la memoria de un régimen asesino con la de las personas que lucharon para proteger, para defender, el régimen legalmente constituido.

Y por eso para mí, jamás de los jamases será lo mismo la actitud de Aznar y sus secuaces llamando a la revuelta contra ese movimiento de recuperación de la memoria y las justas reivindicaciones de miles de españoles que aún tienen a sus familiares enterrados en cunetas, barrancos, minas, pozos e incluso en el Valle de los Caídos.